Y se deslizó la lluvia, suavemente a eso de las ocho, después de esperar una eternidad efímera de pinturas acrílicas. Deslizan las gotas de óleo sobre mi ventana, comenta el viento al ramaje oscuro, invita a las hojas perderse en su juego... Ahora me deslizó en mis recuerdos y en la esperanza ida, pues el significado de la entrañable lluvia, el aroma a tierra mojada, me traen de vuelta, un retorno cristalino, una suerte de agrado y melancolía... Quizás no moja lo suficiente, quizás no se escucha su canto; sea como sea, no me trajo de vuelta el pancito con queso, de la cómoda el prestigio, de tu cuerpo tus abrazos y tus besos... de la lluvia me guardo tu aroma, tu ausencia, tu canto; al menos por esta noche de grafito, al menos por esta hora granular... y mañana, como hasta ahora, me deslizaré entre las gotas, simplemente...
jueves, 6 de mayo de 2010
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